Cambiar la cultura de la empresa

“La cultura es como el viento. Es invisible, pero su efecto se puede ver y sentir. Cuando sopla en tu dirección, hace que la navegación sea suave. Cuando sopla en tu contra, todo es más difícil.”

En la sociedad la cultura cambia contantemente y, aunque parezca intangible, se propaga y toma forma a través de los diferente medios, productos y servicios del entorno. De esta manera, las empresas deben encontrarse innovando con la misma rapidez. La pregunta es, ¿Cómo se genera dicha innovación o adaptabilidad?

En este tema es importante conocer el tipo de organización de la empresa, teniendo en cuenta que la jerarquía, una estructura piramidal y subordinante por orden de importancia por la cual se clasifican a los empleados, es la más antigua y común. En estos casos los mandatos vienen de arriba hacia abajo, de acuerdo a la autoridad. Sin embargo, este tipo de organización no favorecerá de forma óptima la adaptabilidad a la cultura en la empresa, así como la innovación y otros puntos.

 Para ello, lo ideal es crear un movimiento y no un mandato, ya que en el mandato se exige un cumplimiento y la creatividad e innovación pueden resultar limitadas. En cambio, un movimiento, en el que puedan integrarse diferentes partes de la empresa o incluso, del entorno de la empresa, puede generar cambios significativos, en lo que los líderes también puedan aprender.

Prácticas para cambiar la cultura de la empresa

Te propongo una serie de prácticas que mejorarán la adaptabilidad de la empresa en el entorno sociocultural.

  • Organizaciones duales: Analiza la factibilidad de cambiar la estructura de la empresa de jerarquía a una organización dual, implementando los beneficios tanto de la jerarquía como de la redarquía, una estructura organizacional en red, en cuyo modelo se permite y valida la creatividad independientemente del cargo ocupado. Puedes leer más en el artículo: Rumbo a organizaciones duales: Redarquía y jerarquía https://carmentaboada.com/rumbo-a-organizaciones-duales-redarquia-y-jerarquia/
  • Enmarca el problema: Expresar la necesidad de un cambio, no motivará suficientemente a la búsqueda de soluciones, incluso al expresar la urgencia, por ello un buen líder debe guiar hacia el encuentro con un verdadero propósito que impulse a los colaboradores más allá de las ganancias personales. “Un buen propósito organizativo exige la búsqueda de la grandeza al servicio de los demás.”
  • Crea símbolos: “Los creadores de movimientos son expertos en la construcción y despliegue de símbolos y trajes que crean simultáneamente un sentimiento de solidaridad y demarcan quiénes son y lo que representan para el mundo exterior. Los símbolos y trajes de solidaridad ayudan a definir el límite entre «nosotros» y «ellos» para los movimientos.” Una nueva identidad corporativa que solidifique un propósito común refuerza la unidad y el compromiso.

En conclusión, la cultura del entorno influye de manera muy importante en la cultura interna de las empresas y por ello, los líderes deben iniciar medidas que permitan a sus empresas mantenerse innovando e incluso, iniciar o apoyar movimientos sociales apoyados en un propósito o un bien común.