“Da siempre lo mejor que tienes. Lo que plantes ahora, lo cosecharás más tarde.”
Og Mandino
Es imprescindible tener un balance entre lo que ganamos, perdemos, damos y recibimos porque quizás ese sea el centro de nuestro modo de vivir (acciones, respuestas, sentimientos y otros). Teniendo un balance de tu vida, además, podrás darte cuenta si estás en el camino que realmente deseas tomar, si haces lo que puedes y lo que quieres hacer para trascender alineado con tus metas.
¿Qué son los puntos de dolor?
Los puntos de dolor o pain points, es un término aplicado, usualmente, en el marketing, haciendo referencia a las necesidades, deseos, preocupaciones de un público determinado, y que, al ser identificados se pueden satisfacer. Es importante tener en cuenta, que no siempre quiere decir algo negativo, también pueden ser inquietudes.
Aplicarlo en tu vida personal y profesional también te permitirá tener claridad sobre lo que realmente quieres lograr, así como facilidad para empezar a tomar decisiones orientadas hacia tus metas y objetivos.
¿Cómo aplicarlos?
- Define tus objetivos: Define tus objetivos personales y profesionales, moldéalos y ubícalos en un tiempo determinado. Para ello puedes usar diferentes técnicas, como los objetivos SMART, que quiere decir: Specific (específico) mensurable (medible), achievable (alcanzable), relevant (relevante) y timely (temporal).
- Presta atención a tu rutina diaria: Analiza tus acciones diarias de manera realista, más allá de los objetivos diarios que te planteas, algunas preguntas que podrían ayudarte son; ¿qué acciones te repiten en tu día a día?, ¿tienes una rutina ocupada o productiva?, ¿logras las metas que te planteas para cada día?, ¿tienes equilibrio entre el descanso y la productividad? A partir de tus respuestas podrás identificar con mayor seguridad tus necesidades o puntos a mejorar.
- Toma acción: Luego de tener presentes tus objetivos, así como un análisis de tu rutina diaria, podrás ver la relación entre estos dos aspectos e identificar tus puntos de dolor actuales, para poder realizar cambios, ya sean grandes o pequeños, que te permitan un balance y te lleven hacia tus propósitos.
Alinea tus acciones con tus verdaderas necesidades, así que constantemente analiza si vas por el camino correcto o hace falta realizar ciertos cambios, todo lo que haces hoy será parte de tu futuro.