El poder del autoconocimiento

“Uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino haciendo consciente la oscuridad”.

– Carl Jung

Alguna vez dentro de tu entorno laboral, ¿has acusado a otro miembro del equipo por ser responsable de fallas dentro de los procesos?, ¿te has desligado de la responsabilidad de asumir un error por creer que son los demás quiénes deben mejorar? Esto suele suceder más a menudo de lo que pensamos porque en muchos casos no somos asumimos de forma consciente la situación, por ello te invito a reflexionar sobre el autoconocimiento, que te ayudará a mejorar la relación con tu equipo de trabajo, a cambiar la perspectiva sobre las oportunidades de mejora dentro de los procesos diarios, a comprender el poder de tu propia responsabilidad y, por consiguiente, a mejorar el cumplimiento de objetivos.  

Según Porter, J. (2019) en su artículo “Para mejorar tu equipo, primero trabaja en ti mismo” para el Harvard Business Review, el equipo es un sistema complejo compuesto por diferentes habilidades, experiencias y perspectivas. Para que el equipo funcione cada miembro tendría que trabajar en tres capacidades: autoconciencia interna, autoconciencia externa y responsabilidad personal.

  • Autoconciencia interna: La autoconciencia es la capacidad de conocer nuestra narrativa interna, es decir, nuestros sentimiento, emociones, creencias y valores. Cuando no nos entendemos a nosotros mismos, es más probable que sucumbamos al error fundamental de atribución de creer que los comportamientos de los demás son el resultado de una intención o carácter negativo (“llegó tarde porque no le importa”) y creer que nuestros propios comportamientos son causados ​​por las circunstancias (“Llegué tarde por el tráfico”).
  • Autoconciencia externa: La autoconciencia externa es la capacidad de comprender cómo impactan nuestras acciones o palabras en lo demás, de esta manera conocemos qué comportamientos pueden estar impactando negativamente al equipo y a los procesos en la empresa. Así sabremos cómo mejorar nuestro dialogo y reconocer las fortalezas y empatizar con nuestros compañeros. Puedes preguntarte: ¿Qué estoy haciendo en las reuniones de equipo que sea útil?, ¿Qué estoy haciendo que no es útil?
  • Responsabilidad personal: Aunque se da por hecho la responsabilidad cuando aparecen desafíos la repuesta suele ser atribuirle a alguien más la responsabilidad o huir de los hechos. Por ello, cuando se presenten retos, desafíos o problemas como respuesta reconoce y asume tu responsabilidad, esto te permitirá estar más abierto a buscar posibles soluciones.

El autoconocimiento es el paso número “uno” para poder integrar de manera empática un equipo, aceptar y nutrirnos de las diversas opiniones y tener distintos enfoques de un mismo tema. ¡Empieza hoy!